Capitulo 5 Nuestro primer viaje
 

Antes del verano del 2012 ya habíamos superado el  1.000.000 de registros  de los índices parroquiales, teníamos una gran base de datos y que cada día iba creciendo.


Es mi orgullo,  son muchos los amigos que colaboran en ese trabajo.  Es evidente que el resultado de este trabajo es importante y que son muchos los que disfrutan de los beneficios,  los socios, los investigadores que acuden al Diocesano a  investigar, los párrocos que  atienden a las peticiones… pero para mí  hay un tema mucho más importante y emocionante.
Habíamos conseguido  unir a  un grupo de gente de distintos países, condición, religión, idioma y todos para un mismo fin, éramos, somos y seremos  como una gran familia.
Son muchos los mensajes de emoción por conocer a sus ancestros, por  encontrar en el foro a primos que comparten las historias de las familias.  En fin, todo el trabajo que hacemos, con sus incomodidades, el frio, el calor, los kilómetros etc…. Vale la pena y generaciones venideras podrán  seguir conociendo la historia de los lugares, la Iglesia y sus familias.
Mi relación con Xavier Serra seguía enriqueciéndome y cada día que pasa le quiero más, es mi hermanito. Es un  despistado y  desordenado,  pero me encanta sobre todo la carita que pone o como se ríe cuando  le pillo en un despiste. Esta amistad   iba acompañada de mas trabajo,  Rafael, Xavier  yo formamos un buen trío, estamos formando un buen equipo de trabajo y  poco a poco iban recayendo en mi  más responsabilidades de gestión, pero todo funciona muy bien.
El equipo está formado por:

En Valencia

Xavier Serra, nuestro jefe, hace el inventario y catalogaciones de los fondos de las parroquias y etc.
Mamen, coordina las digitalizaciones y  hace seguimiento a los libros y  el estado de conservación de los libros.
Rafael y Juan Ramón y yo fotografiamos en las parroquias, sin  sacar los libros de su  lugar de custodia
Tere que fotografía en el Diocesano los libros que allí se trasladan
Ángel,  colabora en el Diocesano en todo lo que le piden

Y  la piedra fundamental  son Ramón Fita y Vicente Pons. En ellos tenemos el mayor apoyo y  las gestiones propias de la Curia.

En Orihuela

José Antonio, nuestro jefe
Rafael y Mamen  fotografiamos en las parroquias, sin  sacar los libros de su  lugar de custodia

Y sin olvidar de que en algunas ocasiones hemos contado con la ayuda de  algún amigo que  viviendo en la zona de actuación le resulta fácil.

Pensando en las posibilidades de ayuda que podíamos tener y que  no dispondrían de equipo,  habíamos puesto  las dos cámaras viejas a la venta y  ya por fin teníamos el dinero para comprar una 3º cámara y así lo hicimos.

Y llego el día tan esperado. Después de varias reuniones,  presentado memorándums y varios meses en que el proyecto de la digitalización debía ser revisado y aprobado por la Curia y el departamento jurídico, llego el 3 de octubre del 2012  y  se firmaron las disposiciones. Ya era oficial “el proyecto de la foto digitalización del Arzobispado de Valencia”, tal y como me había  dicho el Vicario general, Don Vicente, “Mamen, lo haremos”. No  repercutía en nuestro trabajo, pero oficialmente ya estaba publicado en el B.O. Por supuesto lo teníamos que celebrar y en esta ocasión me deje mimar, yo no cocinaría. Nos fuimos Rafael y yo a Moraira,  a casa de Xavier y Vicente y  fue Vicente quien se encargo de preparar un  arroz, de esos que quitan el sentido y en la sobremesa disfrutamos de unos “mojitos”   preparados por… (No sé escribir tu nombre, lo siento)…. El pupilo de Vicente.

Para esas fechas ya había conseguido trabajar como a mí me gusta,  con orden y concierto.
Ahora por fin trabajamos por zonas y en ese momento había tres  en acción. El Camp del Turia se estaban trasladando al Diocesano donde Tere iba digitalizando esos libros, La Marina Alta se estaba haciendo e incluso repitiendo algunas parroquias que en algún momento alguien las había digitalizado pero que la  calidad no era buena y en esta zona correspondía  a Juan Ramón y por último, Rafael y yo  cubríamos la Costera y coincidiendo con la actuación de Xavier para  el inventario y la catalogación. Yo tomaba nota de los libros desaparecidos en tiempos cercanos y el estado de conservación de los libros  y pasaba nota a Ramón y a Vicente.

En esta zona, la Costera, como no podía ser de otra manera, nos encontramos con “problemillas”  al igual que en Enguera había 6 libros que habían perdido la tinta  y  después de  muchas pruebas, Rafael y yo conseguimos mediante la fotografía recuperar la lectura de esos documentos, aquí actuamos con la misma diligencia.

Después de acabar con la Colegiata de Játiva y  las parroquias de  la zona, La Costera Rafael y yo ya estábamos preparados para el viaje. Íbamos  a fotografiar el Vinalopo  perteneciente a la Diócesis de Orihuela. Los párrocos ya nos estaban esperando.

Preparar el desplazamiento fue fácil solo tenía que   cargar en el coche  mis dos ordenadores y a mi gata….. Pero me encontré con un problema. No encontraba un piso que me alquilaran para un mes a un precio módico y sin pedirme dos meses de depósito.

Y ahora entenderéis cuando digo que José Antonio me facilita muchísimo el trabajo.
Lo hable con José Antonio y me dijo, no te preocupes Mamen nosotros arreglamos eso y dicho y hecho.  Pepe, arcipreste y párroco de Elda  en dos días  encontró un piso  para nosotros. Y allí que nos fuimos.

En el Vinalopo contaríamos con la ayuda de José Mª y él se encargaría de  estrenar la nueva cámara de fotos.

Era la primera vez que nos  trasladábamos y sabía que el trabajo seria duro pues había que ir cada día a  una población y sin descanso, debíamos hacerlo así para que tuviéramos que estar los menos días posibles  fuera de casa y  solo yo sabía el ritmo de trabajamos que llevaríamos y  empecé a temer que José Mª o Rafael no me siguieran. José Mª lo tenía más fácil, solo con   alegar que tal día no podía ayudarnos, cosa que nunca hizo, ya estaba, pero y Rafael?  El no podía dejarme sola.
Yo sé que tengo una capacidad de trabajo  difícil de seguir así que tenía que  adaptarme al ritmo de Rafael. A nadie le  comente nada de estas inquietudes mías. Yo  mentalmente estructuraba el  trabajo de forma que pudiéramos dar servicio a los socios con sus peticiones y a vez digitalizar cada día en una población distinta y todo eso combinado  en que al no estar en casa no tendría la comodidad de  mis configuraciones de equipos,  contaba con mi ordenador y el portátil.
Rafael es muy bueno trabajando, pero como él dice.-  “dadme plazos y comprare el mundo” que  quiere decir que le des tajo y lo dejes a su ritmo. Y así es siempre. A veces cuando algo no se  funciona bien, lo veo como se  desplaza hacia atrás y mira desde  lejos la pantalla del ordenador, yo entonces le digo, has probado a subirte encima de la estantería y así tendrás otras perspectiva????. A lo mejor ahora entendéis nuestro funcionamiento del trabajo.

Bueno ya tenía la solución: iríamos a digitalizar y al llegar al piso Rafael descargaría las tarjetas de las cámaras mientras yo  respondía a los mensajes de los socios y sus peticiones, y cuando estuviera esta fase  terminada cambiaríamos de ordenadores, Rafael seguiría con las peticiones y yo empezaría a  ordenar las imágenes, hacer las carpetas etc… y al día siguiente más de lo mismo.

Y llego el día del viaje. 

Yo con toda mi ilusión y Rafael con toda su resignación preparamos las maletas, los ordenadores, los equipos de digitalizar, las cositas de la gata…. Y  toda  contenta baje a cargar mi coche, je,je,je es un Megan Coupé (tiene un maletero de risa, si es que se le puede llamar maletero). Volví a subir  y  me dispuse a hacer planos a ver como metía tanto trasto en mi coche. En el maletero (o lo que sea) iba todo el equipo de digitalizar, las lámparas, la mesa de reproducción, el trípode  y metí una maletita y  el retrete de la gata y   la otra maletita…. No había manera, así que dije, mira Rafa, yo empujo y tú bajas la puerta…. O al revés… Al final entró.  Y en los asientos de detrás iban,  dos ordenadores, las cámaras y mi gata en su trasportín, o sea “hasta la bandera”.

La gata, a pesar que le había dado un trocito de una pastilla para el mareo estuvo todo el viaje en su trasportín y mau y mau y más mau. Todo lo que quería era  ponerse encima mío, pero yo conduciendo no podía ni mirarla, así que le iba hablando a la gata con la esperanza que se relajara. La conversación entre Rafael, la gata y yo  era de libro. Yo decía, gata, que ya llegamos, espera un poco más. Rafael, dile a la gata que solo faltan 30 kms… Y Rafael  me decía, pero mamen, te has dado un golpe? Como voy a decirle eso a la gata, se va a estresar, le diré que solo quedan 3… Sé que podía haberle dado más trozo de pastilla como me aconsejo la veterinaria, pero eso era drogarla y no quería. Por fin llegamos a Elda, y como no podía ser de otra manera, Mamen a pesar de llevar  un copiloto y un Tomtom se perdió, el copiloto decía que iba muy deprisa y no le daba tiempo de ver las calles (el copiloto es un poco lento) y el Tomtom solo decía tonterías… Inevitablemente me perdí por Elda. Después de muuuuchas vueltas por la ciudad, más de 30 “je,je, te has perdido” y más de 200 “mau” gatunos llegué a una plaza y  pare para preguntar a un señor por donde podía ir a la plaza Sagasta? Y este mirándome con ojitos compasivos me dijo: pues la tienes bien cerca, es esta misma. Bien, lo había hecho bien.

Pepe, el párroco vino enseguida  darnos las llaves y enseñarnos el piso. Quedamos para vernos  por la tarde en la parroquia y así hablaríamos del trabajo, método etc…

Lo primero que hice al entrar  fue  acomodar a mi gata,  le había llevado todas sus cositas para que se sintiera como en casa, iba a pasar muchas horas sola, por suerte después de  oler todos los rincones,  bebió agua y comió un poco y se tumbo en su cama a dormir,  desde ese momento esa era su casa, los que tenéis gatos ya sabéis como son.
Me dispuse a montar los equipos en el comedor y  esas cosas que se hacen cuando uno se instala. Abajo  había una pizzería y allí comimos, el dueño era un italiano muy dicharachero, que más que italiano parecía argentino por lo de aquel dicho: “Si vos comprás un argentino por lo que vale y lo vendés por lo que él dice que vale, vos ganareis mucha plata”. Por la tarde Rafael se encargaría de la intendencia.

A la hora señalada  fuimos a la parroquia y  Pepe nos recibió muy amable. Empezamos hablar del trabajo y me dijo que él quería  ayudarme organizando  el ritmo de actuaciones y lo que hiciera falta. Yo entonces le di el listado de las parroquias que íbamos hacer en esos días y le dije que ya podía empezar a llamar a los párrocos avisando de nuestra llegada y que   luego yo llamaría y el primero que respondiera y allí iríamos. 
Pepe se rio y me devolvió los papeles y me dijo, vale pues yo  ya he dado respuesta, veo que no necesitas mi ayuda.  Quedamos para empezar ese lunes.

De vuelta en el piso y ya sentada  delante del ordenador y respondiendo a los mensajes y peticiones recibo una llamada de José Antonio, mi jefe:
Le habían llamado que esa misma tarde   algún párroco había recibido un aviso que  nosotros  teníamos un negocio montado, que si tal y cual… Nuestros “amigos” volvían a la carga. Me dijo que los párrocos estaban recelosos!!!!!  Yo le respondí:

  1. Vale José Antonio, desmonto todo y me vuelvo a mi casa?
  2. NO, yo solo te  he llamado para que lo supieras. Si tienes algún problema  con alguna parroquia me lo dices a  mi o a Pepe.

Una vez más lo habían intentado  y no lo habían conseguido. Pero fijaros que   hicieron esas llamadas o  envío de mensaje el mismo día de nuestra llegada. Estaban muy cerca, sabían  muy bien nuestros movimientos. Rafael me aconsejo que  no dijera en el foro nada  sobre nuestros planes y actuaciones, a lo que yo siempre me negué. Yo no tenía que esconderme  de nada ni de nadie y si en algún momento al Iglesia tenía dudas….. Estaban en su derecho, yo me retiraría y se acabo el trabajo. Como dije en el anterior capitulo, la Iglesia no es tonta. Os lo dije, responsables que la Iglesia han estado en mi casa y solo les ha faltado dormir en mi cama, pero como es mía…. Para eso ya tengo la habitación de invitados y es esa  la que usan o las llaves de mi casa, que no las tienen porque no me las han pedido.

Llego el lunes y le siguió el martes y  el miércoles y así acabamos la semana de trabajo. Todo iba perfectamente. Cada día José Mª nos recogía en casa y conduciendo él, se conoce la zona, íbamos de pueblo en pueblo. José Mª además  ayudarnos y de hacer de chofer con su coche o el mío también nos iba haciendo de guía turístico, estaba empeñado que ya que estábamos allí  hiciéramos turismo,  lo siento, no teníamos tiempo, cuando llegábamos al piso yo tenía por delante  trabajo importante que hacer antes del día siguiente y no podía permitirme el lujo de ver  cosas de los pueblos, solo veíamos la entrada, la parroquia y la salida. No obstante aprovechó los desplazamientos para ilustrarnos sobro todos los lugares por donde pasábamos, pueblos y lugares,
Castillos y palacios, canteras de mármol y parajes, etc…

Y nuevamente volvía a enriquecerme con la relación con los señores párrocos.

En Aspe  nos encontramos con dos sorpresas, la desagradable fue ver que habían desaparecido  muchísimos libros, en realidad solo  existían los de bautismos y  alguno también faltaba. Y la  agradable fue  ver como el alcalde es una persona muy  apasionada por la historia y la conservación de la documentación, él ya me había llamado y me había ofrecido toda su ayuda. En la alcaldía sabían el día de nuestra llegada a su villa y cuando nos disponíamos a comer en un bar cerca de la parroquia vino a vernos el alcalde  para agradecernos el trabajo que  estábamos haciendo, estuvo un ratito con nosotros, departimos amigablemente, una corta pero interesante charla, se había escapado del ayuntamiento entre reunión  y reunión. Cuando fuimos a pagar nos dijeron que estábamos  invitados. Muy rumboso el Sr. Alcalde.

En Novelda  contábamos con la  compañía de Jesús, el sacristán. Mi querido Jesús,  para él soy su gitana…..El ultimo día nos trajo un presente para que no nos olvidáramos de él. Como no podía  ser de otra manera tuvimos la visita y compañía de Miguel Ángel. Estuvimos hablando  y realmente conoce ese archivo como la palma de su mano, muchas son las horas que ha estado delante de esos libros. Tanto Miguel Ángel, como Jesús nos acompañaron en las sobremesas. El párroco nos atendió  de maravilla, no bajaba un cafecito, infusión, agua lo que hiciera falta. En Novelda hay dos parroquias y José Mª fue con mi coche  y el párroco de San Roque de Novelda a buscar los libros para  facilitarnos el trabajo.

Como veis  todos querían hacernos más cómodo y fácil nuestra labor.

A mí se me había ocurrido la idea de  reunirnos unos  amigos para comer,   el primer sábado fue el día elegido y el lugar,  Elda. No era nada especial,  lo extraordinario lo pondrían los asistentes. Hasta Inma se desplazo desde  Gandía con sus hijos. Y  mi André desde  Paris, como siempre André aprovecharía para  seguir por todos los pueblos buscando a sus ancestros y  por supuesto estaba invitado por mí a  dormir en el piso  y  buscar “abuelitos”  fue solo una noche, pero  disfrutamos de nuestra mutua compañía. Fue un sábado especial rodeada de  amigos.

Cuando fuimos Hondon de los Frailes o las Nieves, no recuerdo, pero no importa las dos parroquias las atiende el mismo párroco, bueno, sorpresa,  este hombre no sabe nada del proyecto, no quiere  que entremos y eso que habíamos quedado  en día y hora… no sabe nada, no había estado presente el día de la reunión. Pues nada, no hay problema le dije, llamamos a  José Antonio y  se arregla, José Antonio no me responde al móvil, tampoco el arcipreste, el párroco no sabia que hacer, si enviarnos de vuelta o dejarnos trabajar entonces me mira a los ojos y decide confiar en nosotros - Vale Mamen, adelante – nos dijo. Entramos, empezamos a montar los equipos y  suena el teléfono, era José Antonio y está todo arreglado. Pero hasta el punto de que el párroco se ofrece a ir al otro pueblo a buscar los libros para que no tengamos que desmontarlo todo y volver a montar etc….

En Monforte del Cid mi sentimiento era especial, pues sabía que allí estaban la historia de la familia materna de Felipe, mi Felipe- Ese día disfrute de una manera especial, el párroco me regalo para mi mama un rosario, comimos en un bar de la comparsa de…, creo que de los cristianos, un menú sencillo pero muy barato.

En algunas parroquias tuvimos que ir varios días, pues los fondos que conservan son importantes, pero ya llevamos trabajando dos semanas y  mis compañeros seguían aguantando, sobre todo Rafael.
 Fuimos a Petrel, La Algueña, La Romana (también vino a vernos Miguel Angel), Monovar y seguíamos, ya solo nos faltaba la zona de la Hoya de Castalla.

El viernes llame a los párrocos para programar el trabajo de la semana siguiente y ya empezamos a  ver  su buena disposición para atendernos…, teniendo en cuenta que ya  era el mes de diciembre y ya sabemos que son fechas en las que los párrocos están muy atareados, los belenes, preparativos de La Navidad…

Estuvimos en Biar y  al llamar al párroco de Onil no había manera de poder hablar con él,  su móvil me responde un señor diciéndome que el no es el párroco, que ese número no corresponde al párroco, pido disculpas por la equivocación y  vuelvo a llamar, la misma persona, de nuevo mis disculpas. Llamo a la parroquia y a su casa, nada de nada. Por fin me responde, pero el teléfono se queda mundo. Paso al siguiente número de la lista, es Castalla.  Pues estando en Castalla, se me ocurre pedirle al párroco el número de Onil y me da  el mismo número que yo tenía anotado y le  cuento que ese número no corresponde al párroco y me dice.- Como no, si yo acabo de hablar con Noe. Llamo yo a ese número y no me responde. Y yo ya empiezo a pensar que algo raro hay.  Pienso en hablarlo con Pepe, el arcipreste y vuelvo a la sala a seguir digitalizando.

Entra un señor en la casa, vestido con alzacuellos blanco y claro esta deduzco que es un párroco, saludamos.-
Buenos días
Y este párroco me dice.- Tú eres Mamen, yo soy el párroco de Onil
Se me pusieron los ojos en blanco y le respondí, ah!! Sí, el que sus teléfonos no me quieren.
Y él me  dice. Mamen es que no te quieran, es que no te conocen
Pues  haga las presentaciones porque debemos ir a su  parroquia a digitalizar.

La verdad es que tiene un humor increíble, al estilo inglés.

Cuando estuvimos en Biar un día llegue a agobiarme,  éramos tres personas trabajando y  con  la archivera y los visitantes, todos hablando sin parar….. y venga hablar y no paraban. Los que me conocéis sabéis que a mí también me gusta hablar, pero no cuando trabajo. Estoy acostumbrada a  trabajar con Rafael en silencio, con tranquilidad y concentrada, como mucho escuchando  la radio y ya llevaba muchos días  que cada día era trabajar con ruido y  más gente y  venga hablar.

Aunque parezca que el trabajo de digitalización es mecánico hay que estar pendiente de  no saltarte hojas, no dejar la mano en la foto, que el libro no se mueva y si estás hablando  luego  nos encontramos con errores y hay que ir a repetir.

Ahora no recuerdo de memoria  cuando hicimos una parroquia o la otra, así que  en la relación  veis algún cambio, no lo toméis en cuenta.
Yo en esos momentos estaba muy contenta y orgullosa, mis chicos no me habían abandonado, no me habían tirado por algún barranco. Estaban aguantando como “jabatos” además ya quedaba poco.

En Pinoso  hicimos una buena amistad con José Antonio, sacristán de dicha parroquia, siempre estuvo dispuesto a ayudarnos sin mirar horas y trabajamos muy bien allí.

Llego el fin de esta primera etapa, ya no podíamos seguir,  estábamos en puertas de la Navidad. Día 21 de diciembre, casi un mes después, volvíamos a casa. Atrás quedaban nuevos amigos y por delante mucho trabajo que hacer para que el tesoro que llevábamos en nuestras alforjas lo pudieran disfrutar todos los investigadores.

Continuara…