Durante casi cuatro siglos, Las Filipinas habian vivido en paz, salvo escasas excepciones, bajo la administración española, pero al tiempo que se desarrollaba una creciente burguesia también lo hacían las legítimas aspiraciones de los tágalos a ser considerados como ciudadanos españoles con los mismos derechos que los de la metrópoli.

La constante oposición de la Administración española a los nacientes movimientos igualitarios no tardó en convertirlos en autenticas facciones independentistas que culminó con la creacion de la organización "Alta Sociedad de los Hijos del Pueblo" más conocida como "Katipunan" que bajo la dirección de Emilio Aguinaldo y Andrés Bonifacio perpetró un alzamiento contra el Ejército colonial del general Blanco el 25 de agosto de 1896.
Ocho meses más tarde viajaria a Manila Fernando Primo de Rivera para entablar unas negociaciones con miras a la cración de un estatuto de autonomia para las islas que finalmente no fue aceptado por el gobierno español que optó por sobornar a los jefes rebeldes para firmar la paz.

Este acuerdo, conocido como "La Paz de Brac na Bató", obviamente duró un suspiro, estallaron nuevas revueltas y el final no se hizo esperar. Con la entrada de EE.UU. en guerra contra España tras el hudimiento del acorazado "Maine" el 25 de febreo de 1898 en el puerto de La Habana, España perdió todo su potencial naval en el Pacífico y el 12 de agosto del mismo año se firma un armisticio entre los dos paises en Wasington con lo que concluye la contienda con la independencia de Cuba y la cesión de Las Filipinas, Puerto Rico y Guam a los norteamericanos y la venta de Las Marianas, Carolinas y Palaos a Alemania.

A pesar de haber terminado las hostilidades, en Baler, un pueblo de la costa Este de Filipinas, la guarnición ignorante de este hecho resiste al sitio que ha sido sometido por los independentistas tágalos, hasta que el 2 de junio de 1899, el Teniente Coronel Aguilar logra convencer al jefe de la guarnición de que la guerra habia terminado casi un año antes. Los treinta y dos supervivientes de aquella gesta fueron conocidos como "Los Últimos de Filipinas", que fueron tratados con los honores de héroes por sus enemigos y repatriados a España donde, aunque no fueron recibidos con tan tanto calor, aún hoy son leyenda.

Que aquellos valientes no caigan en el olvido es la intención de este trabajo.

Los Últimos de Filipinas

Colaboran en este trabajo- Carlos C., Carlos T., Julop, Angel y Maria